Se genera un volumen claro y elegante que resuelve morfológicamente las normativas municipales y manifiesta las intenciones proyectuales.
Las cintas de travertino recorren el edificio como una gran piel que se va cerrando o abriendo de acuerdo a las necesidades formales del edificio.
Seguí es la calle más abierta, menos ruidosa. Sinclair, por el contrario la más cerrada y de mayor tránsito.